Contratar a un detective privado de parejas cuando se sospecha de una infidelidad es más frecuente de lo que imaginas. De hecho, en los últimos años la demanda de este tipo de servicios ha ido en aumento, sin importar la clase social, los orígenes, las creencias o la orientación sexual.
Las sospechas de infidelidad pueden llegar a ser terribles para la persona que las sufre, sumergiéndola en un estado psicológico y emocional muy inestable. No contar con las pruebas que corroboren o ayuden a descartar nuestras sospechas puede aumentar el grado de angustia y la incertidumbre. Por eso, en estas situaciones, la mejor opción es recurrir a un detective de parejas.
Pero, ¿qué hacen realmente los investigadores de parejas infieles? ¿Cómo se llevan a cabo este tipo de investigaciones? ¿Qué pruebas pueden darte?
¿Qué señales deben hacernos sospechar de una infidelidad?
Las sospechas de una infidelidad pueden provenir de pequeños gestos o comportamientos que para otra persona podrían ser imperceptibles pero que para nosotros son perfectamente lógicas. Si llevamos mucho tiempo con nuestra pareja, el grado de compenetración con ella es tal que hace que los pequeños cambios de conducta nos resulten muy evidentes.
Algunos de los hechos más sospechosos en este sentido son los cambios de horarios sin explicación, pérdida de comunicación, los cambios de aspecto físico, los gastos injustificados, las mentiras no justificadas, las salidas largas, cambios en la actividad sexual o incluso escapadas de varios días, los cambios de humor repentinos o las llamadas o mensajes no habituales y con cierto misterio.
Este tipo de comportamientos pueden hacer que la convivencia se vaya enrareciendo y que en algunos casos terminen convirtiéndose en el detonante de problemas como la violencia física o psicológica.
Si notas comportamientos de este tipo y quieres poner fin al estado de incertidumbre que te está atormentando, lo más recomendable es contratar a un detective privado de parejas. De esta forma, podrás saber la verdad y tomar una decisión al respecto.
¿Cómo se investiga una infidelidad?
El trabajo de los investigadores de parejas infieles consiste básicamente en seguir una determinada metodología para comprobar la hipótesis y obtener pruebas reales e irrefutables de que las sospechas son ciertas.
Por lo general, se realiza una labor de observación a través del seguimiento, se obtiene el material audiovisual y se redacta un informe. Todo ello, por supuesto, sin alertar de su presencia y sin alterar los hábitos de vida de la persona investigada. De lo contrario, se podría generar un efecto muy negativo.
¿Qué pruebas puede proporciona un detective de parejas infieles?
Durante la investigación, el detective va siguiendo a la persona sospechosa para recopilar información como los lugares por los que ha pasado y las personas con las que ha contactado. Para ello, se realizan vídeos, fotos y audios.
Pero también pueden recogerse testimonios de otras personas o de la propia persona investigada. Información que se incluye en el informe conclusivo, siempre e manera objetiva, sin expresar opiniones personales o realizar juicios de valor.
En cualquier caso, los detectives de pareja siempre deben trabajar dentro de la legalidad. No es posible, por ejemplo, acceder al correo electrónico, los mensajes o el Whastapp de la persona investigada.
En base a la legislación vigente, hay algunas restricciones con respecto a la investigación privada que todo detective debe conocer y tener presente a lo largo de todo el procedimiento. Algunas de ellas son las siguientes:
- No se puede invadir la intimidad de la persona ni acceder a su domicilio o a lugares reservados. Siempre deben respetarse los derecho individuales de la persona.
- No pueden tomarse grabaciones o fotos en espacios íntimos que violen el derecho a la privacidad.
- Están prohibidas las intervenciones a través de medios telemáticos, ya que está considerado como un delito informático.
- El investigador no puede usar vehículos o distintivos que hagan creer que forma parte de algún cuerpo del Estado.
- Las pruebas obtenidas por un detective de parejas solamente pueden ser entregadas al cliente del servicio y no a terceras personas.
¿Tienen validez estas pruebas en un juicio de divorcio?
La Ley de Divorcio en España no requiere que se realice un alegato como adulterio comprobado para poder proceder a la separación. Solamente con que una de las partes ponga de manifiesta la voluntad de hacerlo es suficiente para que el matrimonio se disuelva.
No obstante, en los juicios sobre asignación del domicilio, custodia de menores y otros juicios mercantiles o civiles se pueden aportar pruebas de infidelidad de la pareja siempre que hayan sido obtenidas de forma legal por un detective privado de parejas.